¡¡Volví!!
Y efectivamente, eso significa que ¡¡CONCLUÍ EL TFM!! (al menos la parte escrita, que ahora me falta el Prezi de presentación) pero lo que interesa de mi vuelta es que ¡¡retomaré el blog!!
Y tal y como prometí, pondré un relato corto acerca de cómo se conocieron las amigas duquesas antes de retomar la historia de Jeremy y Veronica; que esta vez sí que no la pienso dejar atrás inacabada.
Sin más, aquí os dejo con la primera parte:
AMIGAS
DUQUESAS:
EL COMIENZO
Miss
Carpet
Todas las historias tienen un por qué; en algunos casos
mejores y en otros peores, más o menos convincentes, más o menos agradables y
desde luego, que gustan en mayor o menor medida. Incluso en ocasiones, nada en
absoluto.
La primera vez que conocisteis a las amigas duquesas lo
hicisteis cuando tenían dieciséis años y en una coyuntura bastante favorable;
al menos para tres de ellas: la primera boda de Jeremy Gold.
No obstante, esa no era la primera vez que se encontraban
las cuatro chicas.
Ni mucho menos.
De hecho, se conocían desde bastante tiempo atrás: cuatro
años nada menos.
Mismo tiempo que compartieron en la escuela para señoritas
de Miss Carpet.
Todas las historias tienen un por qué; pero también tienen
un inicio.
Y por demanda popular; aquí está el inicio: el verdadero
momento en que comienza a fraguarse la amistad entre las que, bastante tiempo
después, serán las amigas duquesas.
Beverley[1],
septiembre de 1801.
Septiembre.
Noveno mes del calendario.
Y desde tiempos casi inmemoriales, dicho mes se había
asociado con retorno a las clases de los escolares.
Masculinos y…femeninos.
Como tantos y tantos septiembres anteriores y, probablemente
los posteriores, este mes del año continuaría siendo conocido entre la
población menos de edad por esta característica.
Nada era diferente el del año 1801, a priori.
Recientemente sí que hubo un septiembre diferente y
particular: el primer septiembre que estaban en guerra frente a Napoleón.
Pero eso ya había sucedido y por tanto, la particularidad o
rasgo especial definitorio sería que estaban en el segundo septiembre en
guerra.
Sin embargo, no van por ahí los derroteros y, en contra de
toda la retahíla de palabras anterior, este septiembre sí que era diferente y
particular al resto.
Al menos, para un grupo de chicas en particular. Un grupo del
que había que destacar a cuatro: las señoritas Verónica Meadows, Rosamund
Harper, Penélope Storm y Katherine Gold.
Puede que señoritas no fuera aún la palabra más adecuada
para describirlas porque las cuatro tenían la difícil edad transicional de doce
años; donde se era demasiado mayor para ser consideradas unas niñas pero
demasiado joven para ser adolescente. Y por tanto, denostadas y rechazadas por
unas y otras.
Por otra parte, todo eso estaba a punto de cambiar. Y se
debía principalmente a ese septiembre.
Un mes único para todas ellas porque iba a ser el primer
septiembre en que iniciarían sus clases de preparación para convertirse en
todas unas perfectas damas en el futuro y que su presentación en sociedad
transcurriese sin problemas; alzándolas como unas debutantes modelo.
Comportamiento perfecto al alcance de muy pocas y de entre
las cuales; se alzaría la incomparable de su generación.
Por toda la geografía británica había repartidas escuelas de
este tipo para señoritas. Sin embargo, el destino, la providencia divina, ambas
o ninguna (porque se comentaba en los corrillos y círculos de matronas, que la
de Miss Carpet era la más estricta y dura pero que, por eso mismo, la de mayor
número de éxitos) había querido que las cuatro familias de las chicas
mencionadas anteriormente decidieran enviarlas allí.
Solo había un pequeño problema: la escuela para señoritas de
Miss Carpet no estaba en Londres; ni a las afueras. Ni siquiera en un condado
cercano a la capital.
El lugar donde se hallaba la escuela era Beverley; sita en
el condado de Yorkshire y, dependiendo del hostigamiento al que sometieran a
los caballos y carruajes pertinentes, se tardaba en llegar de tres a cuatro
jornadas.
Miss Carpet lo quiso expresamente así.
Ella misma había sido incomparable en su temporada aunque
nunca llegó a casarse y por tanto, conocía de antemano y de sobra, todos y cada
uno de los entresijos que conllevaba la educación y transformación de niña a debutante.
Y esa transformación no debía ser interrumpida, intervenida
ni ser objeto de distracciones por nada ni nadie; especialmente por padres y
madres excesivamente sobreprotectores; justo como a ella le había sucedido.
Quizás fue esto lo que provocó y lo que explicaba su fracaso
a la hora de convertirse en una mujer casada
Por todo ello decidió irse lo más lejos posible que pudo
(sin llegar a los confines de las islas) pero a un lugar que también fuese lo
bastante accesible como para fundar y ubicar allí su escuela para señoritas.
De este hecho, habían pasado ya la friolera de veinticinco
años.
Beverley, por supuesto cumplía todos sus requisitos y
expectativas tras una interna búsqueda:
Poseía tres plantas y estaba construido con la piedra local de
un pueblo del condado de Somerset:[3]
Ham Hill.[4]
Un rasgo distintivo de dicho lugar eran los gabletes
holandeses adornados con monos y otras criaturas reales y fantásticas. La
fachada poseía numerosos parteluces y daba la sensación al visitante primerizo
de que estaba construido por entero de vidrio.
En la última planta (las destinadas a las jovencitas) las
ventanas de la galería estaban intercaladas con estatuas de las “nueve virtudes”
(coraje, virtud, verdad, honor, fidelidad, disciplina, hospitalidad,
laboriosidad, confianza y perseverancia) con ropas romanas.
Ya en el interior, dos amplias y robustas escaleras de
piedra daban acceso a cada una de las plantas.
Su estructura en forma de –E era idéntica a las de la época.
En la planta baja estaban: las galerías, las cocinas, la
biblioteca y las despensas. En la primera planta se situaban las habitaciones
para el personal y las alumnas de más edad y por último, la planta superior era
la destinada a las alumnas de más reciente ingreso, ya que eran las más
numerosas. Además, estaba recientemente reformada con el pasillo para cada una
de las plantas con las habitaciones.
Frente a la fachada principal de su palacete, un césped con flores
daba la bienvenida a cualquier visitante y ésta a su vez daba acceso al patio
de la entrada.
El tejado tenía arcos conopiales y, a la izquierda del
recinto se encontraban las caballerizas para que las señoritas usasen sus
caballos y aprendieran a montar correctamente; tal y como correspondía a las
señoritas.
Y por último, en el interior había un jardín de altos setos
y bancos donde podían sentarse a descansar. Este mismo jardín giraba en torno a
un estanque.
Muchos fueron los comentarios y rumores (nada buenos) acerca
de cómo adquirió semejante edificio, pero la realidad era muy simple: fue por
una herencia de su padre en compensación por su intromisión.
O puede que fuera que sentía tanta vergüenza de su situación
sentimental de soltería que quería quitársela de en medio y alejarla lo más
posible de ellos.
Miss Carpet nunca negó que sus inicios fueron duros: pocas
chicas, coca publicidad y, en consecuencia, más deudas que beneficios y una
escasez abundantes.
Con esto le quedó claro que no bastaban su fama, su renombre
ni su saber estar o hacer. También se le exigían resultados.
Resultados inmediatos.
En otras palabras, todo el mundo esperaba expectante saber
cómo iban a desenvolverse y comportarse la primera hornada de aventureras
debutantes que escogieron Fenwood para formarse.
Pero Miss Carpet era inteligente y sabía que sería examinada
bajo esos patrones; motivo por el cual se preparó a conciencia e hizo lo propio
con sus chicas.
Su esfuerzo y el de todos los que allí residían se vio
recompensada cuando una de sus debutantes fue elegida como la incomparable de
su generación; iniciando con este hecho una dinámica favorable en la que era
bastante inusual que alguna de las jovencitas que allí había estudiado no fuese
la incomparable o hubiese estado muy cerca de hacerse con tan preciado título
no oficial.
Ese era el motivo por el cual Fenwwod; su escuela, también
era conocido como la Escuela de Incomparables y de que el número de familias
aristocráticas deseosas de conseguir tal fin enviase a sus hijas allí;
aumentando considerablemente las solicitudes anualmente.
“Veinticinco años” pensó para sí. “Veinticinco años y aún
estoy nerviosa y expectante acerca de cómo será el primer día” añadió, exalando
un hondo suspiro mientras miraba desde los amplios ventanales de su despacho
(situado dentro de sus estancias privadas) cómo poco a poco el número de
carruajes se incrementaba y con el ello, el inicial murmullo se iba
transformando en ruidos de distinta categoría aunque perfectamente distinguibles
unos de otros.
[1]
Beverley: Beverley es una ciudad
comercial, una parroquia civil y la capital del condado de East Riding de
Yorkshire, Inglaterra.
La ciudad era conocida originalmente como Inderawuda y
fue fundada por Saint John de Beverley durante el tiempo del reino anglo de
Northumbria. Después de un período de control vikingo, pasó a manos de la
dinastía Cerdic o la dinastía Wessex, un período durante el cual ganó
prominencia en términos de importancia religiosa en Gran Bretaña. Continuó
creciendo sobre todo bajo los normandos, cuando se estableció por primera vez
la industria del comercio. Se convirtió en un lugar de peregrinación durante la
Edad Media debido a su fundador aunque Beverley, finalmente se convirtió en una
notable ciudad de lana de comercio. Fue
la décima ciudad más grande de Inglaterra, así como una de los más ricos por su
lana, y los peregrinos que venían a venerar a su santo fundador, pero después
de la Reforma, la estatura regional de Beverley se redujo mucho.
[2]
Para hacerse una mejor idea, ver la imagen adjunta y vistar la web de Montacute
Hose.
[3]
Somerset: Es un condado ceremonial
de origen histórico situado en el suroeste de Inglaterra cuya capital es
Taunton; también al sur de dicho condado-
[4]
Ham Hill: O Hamstone como se la
conoce coloquialmente es la piedra local del pueblo de Ham Hill que se
caracteriza por su color miel oro y la perfecta distinción de su
estratificación.
oh chin chin aguardaba tu regreso y por fin ha llegado el momento aunque como siempre he de decirte que eres una malota redomada malefica malvada que tu maleficencia no conoce limites que me dejas a medias siempre que me has dejado con el gusi gusi tambn he de felicitarte y rompi una lanza a tu favor diciendo que me ha gustado la descripcion del sitio y me ha recordado y no se xq a la saga de la academia spencer
ResponderEliminary para finalizar decir que quierrooooooo maaaaaaaaas
he dicho
Pues ahora que he subido las imágenes (cosa que se me olvidó ayer de la emoción) te puedo asegurar que esta escuela no es para nada mágica ni habrá indios por ahí sueltos... xD
EliminarMe ha gustado saber más sobre el colegio pero espero saber más sobre como se hicieron amigas... pq aquí me describes todo el edificio y demás, lo cual me ha gustado muchoooo, pero... no me has contado lo más importante!! Por cierto... has pensando hacer una pequeña historia a Miss Carpet?? Yo creo que una que no acabe bien o algo así... darle un amor a esta señora o que lo alcance de mayor... no estaría mal :) Ahí te dejo la sugerencia :)
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