Durante tres años el señor Adam Smith y la señorita Penélope
Josephine Brunwick han mantenido encuentros y han trabado amistad en las bibliotecas
de distintas familias aristocráticas londinenses a espaldas de las mismas, con el riesgo que
ello supone para sus reputaciones si son descubiertos.
Sin embargo, no están preocupados porque ninguno de los dos
es realmente quien dice ser. Bajo esas falsas identidades se encuentran William
Crawford, el duque de Silversword y uno de los solteros más codiciados por las
mujeres casaderas, pese a su reputación de libertino y Penélope Storm, una de
las solteronas menos populares de la sociedad.
Hasta ahí, todo razonable dentro de la excepcionalidad de
sus circunstancias.
No obstante, en este año de 1818 todo está a punto de
cambiar…
Porque 1818 será el año en que Penélope debe encontrar un
marido sí o sí; tanto por la obligación y exigencia de su madre como la búsqueda
de un candidato por parte de sus amigas. En otras palabras, sus encuentros
deben llegar a su fin.
Sin embargo, la tímida y retraída Penélope carece de
cualquier tipo de experiencia en asuntos de cortejo y seducción. Unos temas que
no son muy comunes en los libros que siempre la acompañan. Y por ello, le pide
ayuda al único amigo íntimo que tiene para que la instruya con un beso.
Un beso.
Un único beso.
Y el mundo de William Crawford queda patas arriba.
Porque ese beso que ambos compartieron le hace ser
consciente de que está enamorado de Josephine y por tanto, no va a permitir que
se case con otro que no sea él.
Con la única motivación de encontrarla reaparece en sociedad
tras años evitando mostrarse en público.
Pero las cosas no van a ser tan fáciles como a priori
parecen para el duque pues en el camino hacia el corazón de Penélope deberá
soportar toda serie de desafíos entre ellos: la intromisión de una madre que la
menosprecia continuamente, unos amigos excesivamente sobreprotectores con ella
y la aparición de un pretendiente napolitano.
Con tanto en su contra ¿Podrá William Crawford convencer a
su escurridiza enamorada Penélope Storm acerca de sus sentimientos por ella? ¿Creerá
ella que bastó un único beso para que se diese cuenta de que era la mujer de su
vida? ¿Será finalmente 1818 el año en que contraiga matrimonio…y se convierta
en la duquesa de Silversword?
¡Descúbrelo en Por un beso!
aaaaiiiss q bonito maaadre y mi willy willy siempre taan buenorro maaadre jajaj
ResponderEliminarsoltar un suspiro mientras lees ésto es buen síntoma,no?? Pues éso!! jaja
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