miércoles, 21 de agosto de 2013

La escuela para señoritas de Miss Carpet.

¡¡SI!!
¡¡Volví!!
Y efectivamente, eso significa que ¡¡CONCLUÍ EL TFM!! (al menos la parte escrita, que ahora me falta el Prezi de presentación) pero lo que interesa de mi vuelta es que ¡¡retomaré el blog!!
Y tal y como prometí, pondré un relato corto acerca de cómo se conocieron las amigas duquesas antes de retomar la historia de Jeremy y Veronica; que esta vez sí que no la pienso dejar atrás inacabada.
Sin más, aquí os dejo con la primera parte:

AMIGAS DUQUESAS: 
EL COMIENZO
Miss Carpet
Todas las historias tienen un por qué; en algunos casos mejores y en otros peores, más o menos convincentes, más o menos agradables y desde luego, que gustan en mayor o menor medida. Incluso en ocasiones, nada en absoluto.
La primera vez que conocisteis a las amigas duquesas lo hicisteis cuando tenían dieciséis años y en una coyuntura bastante favorable; al menos para tres de ellas: la primera boda de Jeremy Gold.
No obstante, esa no era la primera vez que se encontraban las cuatro chicas.
Ni mucho menos.
De hecho, se conocían desde bastante tiempo atrás: cuatro años nada menos.
Mismo tiempo que compartieron en la escuela para señoritas de Miss Carpet.
Todas las historias tienen un por qué; pero también tienen un inicio.
Y por demanda popular; aquí está el inicio: el verdadero momento en que comienza a fraguarse la amistad entre las que, bastante tiempo después, serán las amigas duquesas.
Beverley[1], septiembre de 1801.
Septiembre.
Noveno mes del calendario.
Y desde tiempos casi inmemoriales, dicho mes se había asociado con retorno a las clases de los escolares.
Masculinos y…femeninos.
Como tantos y tantos septiembres anteriores y, probablemente los posteriores, este mes del año continuaría siendo conocido entre la población menos de edad por esta característica.
Nada era diferente el del año 1801, a priori.
Recientemente sí que hubo un septiembre diferente y particular: el primer septiembre que estaban en guerra frente a Napoleón.
Pero eso ya había sucedido y por tanto, la particularidad o rasgo especial definitorio sería que estaban en el segundo septiembre en guerra.
Sin embargo, no van por ahí los derroteros y, en contra de toda la retahíla de palabras anterior, este septiembre sí que era diferente y particular al resto.
Al menos, para un grupo de chicas en particular. Un grupo del que había que destacar a cuatro: las señoritas Verónica Meadows, Rosamund Harper, Penélope Storm y Katherine Gold.
Puede que señoritas no fuera aún la palabra más adecuada para describirlas porque las cuatro tenían la difícil edad transicional de doce años; donde se era demasiado mayor para ser consideradas unas niñas pero demasiado joven para ser adolescente. Y por tanto, denostadas y rechazadas por unas y otras.
Por otra parte, todo eso estaba a punto de cambiar. Y se debía principalmente a ese septiembre.
Un mes único para todas ellas porque iba a ser el primer septiembre en que iniciarían sus clases de preparación para convertirse en todas unas perfectas damas en el futuro y que su presentación en sociedad transcurriese sin problemas; alzándolas como unas debutantes modelo.
Comportamiento perfecto al alcance de muy pocas y de entre las cuales; se alzaría la incomparable de su generación.
Por toda la geografía británica había repartidas escuelas de este tipo para señoritas. Sin embargo, el destino, la providencia divina, ambas o ninguna (porque se comentaba en los corrillos y círculos de matronas, que la de Miss Carpet era la más estricta y dura pero que, por eso mismo, la de mayor número de éxitos) había querido que las cuatro familias de las chicas mencionadas anteriormente decidieran enviarlas allí.
Solo había un pequeño problema: la escuela para señoritas de Miss Carpet no estaba en Londres; ni a las afueras. Ni siquiera en un condado cercano a la capital.
El lugar donde se hallaba la escuela era Beverley; sita en el condado de Yorkshire y, dependiendo del hostigamiento al que sometieran a los caballos y carruajes pertinentes, se tardaba en llegar de tres a cuatro jornadas.
Miss Carpet lo quiso expresamente así.
Ella misma había sido incomparable en su temporada aunque nunca llegó a casarse y por tanto, conocía de antemano y de sobra, todos y cada uno de los entresijos que conllevaba la educación y transformación de niña a debutante.
Y esa transformación no debía ser interrumpida, intervenida ni ser objeto de distracciones por nada ni nadie; especialmente por padres y madres excesivamente sobreprotectores; justo como a ella le había sucedido.
Quizás fue esto lo que provocó y lo que explicaba su fracaso a la hora de convertirse en una mujer casada
Por todo ello decidió irse lo más lejos posible que pudo (sin llegar a los confines de las islas) pero a un lugar que también fuese lo bastante accesible como para fundar y ubicar allí su escuela para señoritas.
De este hecho, habían pasado ya la friolera de veinticinco años.
Beverley, por supuesto cumplía todos sus requisitos y expectativas tras una interna búsqueda:
El edificio escogido y que adquirió para sí era un antiguo palacete estilo Tudor tardío[2].
Poseía tres plantas y estaba construido con la piedra local de un pueblo del condado de Somerset:[3] Ham Hill.[4]
Un rasgo distintivo de dicho lugar eran los gabletes holandeses adornados con monos y otras criaturas reales y fantásticas. La fachada poseía numerosos parteluces y daba la sensación al visitante primerizo de que estaba construido por entero de vidrio.
En la última planta (las destinadas a las jovencitas) las ventanas de la galería estaban intercaladas con estatuas de las “nueve virtudes” (coraje, virtud, verdad, honor, fidelidad, disciplina, hospitalidad, laboriosidad, confianza y perseverancia) con ropas romanas.
Ya en el interior, dos amplias y robustas escaleras de piedra daban acceso a cada una de las plantas.  Su estructura en forma de –E era idéntica a las de la época.
En la planta baja estaban: las galerías, las cocinas, la biblioteca y las despensas. En la primera planta se situaban las habitaciones para el personal y las alumnas de más edad y por último, la planta superior era la destinada a las alumnas de más reciente ingreso, ya que eran las más numerosas. Además, estaba recientemente reformada con el pasillo para cada una de las plantas con las habitaciones.
Frente a la fachada principal de su palacete, un césped con flores daba la bienvenida a cualquier visitante y ésta a su vez daba acceso al patio de la entrada.
El tejado tenía arcos conopiales y, a la izquierda del recinto se encontraban las caballerizas para que las señoritas usasen sus caballos y aprendieran a montar correctamente; tal y como correspondía a las señoritas.
Y por último, en el interior había un jardín de altos setos y bancos donde podían sentarse a descansar. Este mismo jardín giraba en torno a un estanque.
Muchos fueron los comentarios y rumores (nada buenos) acerca de cómo adquirió semejante edificio, pero la realidad era muy simple: fue por una herencia de su padre en compensación por su intromisión.
O puede que fuera que sentía tanta vergüenza de su situación sentimental de soltería que quería quitársela de en medio y alejarla lo más posible de ellos.
Miss Carpet nunca negó que sus inicios fueron duros: pocas chicas, coca publicidad y, en consecuencia, más deudas que beneficios y una escasez abundantes.
Con esto le quedó claro que no bastaban su fama, su renombre ni su saber estar o hacer. También se le exigían resultados.
Resultados inmediatos.
En otras palabras, todo el mundo esperaba expectante saber cómo iban a desenvolverse y comportarse la primera hornada de aventureras debutantes que escogieron Fenwood para formarse.
Pero Miss Carpet era inteligente y sabía que sería examinada bajo esos patrones; motivo por el cual se preparó a conciencia e hizo lo propio con sus chicas.
Su esfuerzo y el de todos los que allí residían se vio recompensada cuando una de sus debutantes fue elegida como la incomparable de su generación; iniciando con este hecho una dinámica favorable en la que era bastante inusual que alguna de las jovencitas que allí había estudiado no fuese la incomparable o hubiese estado muy cerca de hacerse con tan preciado título no oficial.
Ese era el motivo por el cual Fenwwod; su escuela, también era conocido como la Escuela de Incomparables y de que el número de familias aristocráticas deseosas de conseguir tal fin enviase a sus hijas allí; aumentando considerablemente las solicitudes anualmente.
“Veinticinco años” pensó para sí. “Veinticinco años y aún estoy nerviosa y expectante acerca de cómo será el primer día” añadió, exalando un hondo suspiro mientras miraba desde los amplios ventanales de su despacho (situado dentro de sus estancias privadas) cómo poco a poco el número de carruajes se incrementaba y con el ello, el inicial murmullo se iba transformando en ruidos de distinta categoría aunque perfectamente distinguibles unos de otros.




[1] Beverley: Beverley es una ciudad comercial, una parroquia civil y la capital del condado de East Riding de Yorkshire, Inglaterra.
La ciudad era conocida originalmente como Inderawuda y fue fundada por Saint John de Beverley durante el tiempo del reino anglo de Northumbria. Después de un período de control vikingo, pasó a manos de la dinastía Cerdic o la dinastía Wessex, un período durante el cual ganó prominencia en términos de importancia religiosa en Gran Bretaña. Continuó creciendo sobre todo bajo los normandos, cuando se estableció por primera vez la industria del comercio. Se convirtió en un lugar de peregrinación durante la Edad Media debido a su fundador aunque Beverley, finalmente se convirtió en una notable ciudad de lana de comercio.  Fue la décima ciudad más grande de Inglaterra, así como una de los más ricos por su lana, y los peregrinos que venían a venerar a su santo fundador, pero después de la Reforma, la estatura regional de Beverley se redujo mucho.

[2] Para hacerse una mejor idea, ver la imagen adjunta y vistar la web de Montacute Hose.
[3] Somerset: Es un condado ceremonial de origen histórico situado en el suroeste de Inglaterra cuya capital es Taunton; también al sur de dicho condado-
[4] Ham Hill: O Hamstone como se la conoce coloquialmente es la piedra local del pueblo de Ham Hill que se caracteriza por su color miel oro y la perfecta distinción de su estratificación.

3 comentarios:

  1. oh chin chin aguardaba tu regreso y por fin ha llegado el momento aunque como siempre he de decirte que eres una malota redomada malefica malvada que tu maleficencia no conoce limites que me dejas a medias siempre que me has dejado con el gusi gusi tambn he de felicitarte y rompi una lanza a tu favor diciendo que me ha gustado la descripcion del sitio y me ha recordado y no se xq a la saga de la academia spencer

    y para finalizar decir que quierrooooooo maaaaaaaaas

    he dicho

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    1. Pues ahora que he subido las imágenes (cosa que se me olvidó ayer de la emoción) te puedo asegurar que esta escuela no es para nada mágica ni habrá indios por ahí sueltos... xD

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  2. Me ha gustado saber más sobre el colegio pero espero saber más sobre como se hicieron amigas... pq aquí me describes todo el edificio y demás, lo cual me ha gustado muchoooo, pero... no me has contado lo más importante!! Por cierto... has pensando hacer una pequeña historia a Miss Carpet?? Yo creo que una que no acabe bien o algo así... darle un amor a esta señora o que lo alcance de mayor... no estaría mal :) Ahí te dejo la sugerencia :)

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