viernes, 5 de octubre de 2012

Patrice Storm: Por amor al arte

El conde de Essex del Sur tiene un heredero...
Un heredero rebelde para más señas: es artista. Pintor.
Y por tanto, desterrado y despreciado (que no deheredado) por su padre..
Andrew Worthing, el heredero del condado de Essex del Sur es un buen pintor y lo sabe. Así al menos, lo ratifican las obras que le han colgado en la Royal Academy of Arts de Londres. Aún así, no es suficiente para su padre; hecho del que también es perfectamente consciente.
Por eso, necesita desesperadamente una gran obra cerca de su casa que impresione y le haga ser un ganador a ojos del conde.
Y ¿qué mejor oportunidad para demostrarlo que decorar pictóricamente el gran salón de la casa principal del duque de Silversword situada en Hove?
Con este pensamiento marcha allí bastante decidido.
Pero con lo no esperaba encontrarse para nada era con encontrarse allí a la criatura etérea más bonita sobre la faz de la tierra; quien para más inri era la hermana de la duquesa, la señorita Patrice Storm.
Tampoco contaba con las continuas intromisiones de los hijos del matrimonio Crawford; de los cuales Patrice era quien se encargaba de su cuidado.
Y sobre todo, lo que no esperaba en absoluto era con competir con el párroco de Hove; viudo recientemente y al que también parecía haberle gustado la señorita Storm.
Así que ¿cómo lograr el éxito y el reconocimiento público de una de tus pinturas cuando tienes que quitarte encima a todas horas a una pandilla de niños e impedir que un cura te robe a la mujer de tu vida?
¡Imposible!
¿No?
"No quiero saber nada de los hombres"
Tras un nuevo fracaso rotundo a la hora de encontrar un marido en la temporada social y ser expulsada de su hogar familiar de manos de su madre por este motivo, ese era el pensamiento de una más que resignada al estado de eterna soltería de Patrice Storm al abandonar Londres y dirigirse a Hove. Lugar de residencia habitual de su hermana Penélope, su marido William y sus sobrinos.
Ella no quería saber nada de los hombres y así se lo hacía saber a todos ellos mostrándose antipática, borde y reacia con cualquier miembro del sexo masculino que no fuera de su familia.
Por eso, no entendía y su sorpresa fue mayúscula cuando se convirtió inesperadamente en el vórtice principal de un triángulo amoroso donde a un lado estaba situado un pintor y al otro un sacerdote.
¿Cómo y cuándo había sucedido esto?
Y lo peor de todo era que le gustaba ser el centro de las atenciones de estos dos hombres.
Sin embargo... en algún momento debía tomar una decisión. Es decir, tomar partido por alguno de ellos.
Ahí radicaba el problema... ¡No sabía a quien elegir!
¡Qué confuso es todo en el sur!


4 comentarios:

  1. ¿Quieres descubrir a quién de los dos elige?
    ¡Pues solo lo harás si lees el libro!

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  2. escríbelo o pásamelo ya y... lo sabre, aunque tomo partido por el pintor :D

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  3. q se quede con el pintor q es de mi gremio!!! jijiji pinta bn pinta bn para cuando¿?¿?¿?¿?¿ xD jijij

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  4. A ver es OBVIO que se queda con el pintor, porque si al final escogiese al cura éste no aparecería reseñado en la sinopsis de manera tan pormenorizada...

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